Nº8. Evaluación e identificación de los factores de riesgos en los puestos de trabajo

EVALUACIÓN TMERT

¿Qué es la evaluación TMERT o evaluación de traumatismos musculoesquelético relacionadas con el trabajo?

¿Cómo empresa, diste a conocer a tus trabajadores los factores de riesgo que tienen los puestos de trabajo?

¿Ya evaluaste el esfuerzo que conlleva?

El MINSAL desarrolló un sistema de evaluación reconocida como “Norma Técnica para la identificación y Evaluación de los Factores de Riesgos de Trastornos Músculo Esqueléticos Relacionados con el trabajo de Extremidad Superior TMERT EESS”, esta evaluación consta de una lista de chequeo, donde hay que rellenar con información recopilada por un tercero a través de una observación directa sobre las y los trabajadores in situ al realizar sus tareas laborales, y verificar la gravedad de los factores de riesgos de las tareas que realizan.

Si nos pusiésemos a analizar cada puesto de trabajo, nos daríamos cuenta que todos los roles laborales se caracterizan por movimientos, posturas y esfuerzos particulares, y cada particularidad en estas tareas, tiene sus factores de riesgos, por lo tanto, cada trabajador o trabajadora, quien ejecuta esas tareas, estará expuesto a desarrollar en el tiempo, una lesión o enfermedad laboral, debido al esfuerzo que desempeña diariamente, el que se va acumulando durante el tiempo; Y de acuerdo, a la organización que haya, entre el grupo de tareas, los descansos, la intensidad de trabajo, la presión temporal, etc. son factores que incidirán en la aparición y gravedad de los factores de riesgo encontrados.

Este protocolo de evaluación tiene por objetivo "Velar porque todas las actividades laborales se realicen sin deterioro para la salud y calidad de vida de las personas, y se conviertan en un pilar fundamental para su desarrollo”; Y de acuerdo a los resultados obtenidos en esta evaluación, el puesto de trabajo deberá categorizarse en tres maneras y colores diferentes:

1. Verde, Dice que el puesto de trabajo no tiene factores de riesgos graves o urgentes para la salud de las personas que realizan estas tareas;

2. Amarillo, Determina que, los factores de riesgos encontrados, tienen una gravedad media, y que debe hacerse algún cambio o adaptación en alguna parte de la organización o coordinación en el orden de ejecución de las tareas; y

3. Rojo, el más grave, que muestra que las tareas evaluadas, tienen factores de riesgos son de elevado esfuerzo para las estructuras musculoesqueléticas de las personas, por lo que esta clasificación exige que se haga un cambio de forma urgente y prioritaria en las ejecuciones u organización de las tareas laborales.

Esta clasificación es de acuerdo a los 3 tipos de esfuerzos físicos que demanda el ejercicio laboral: Movimientos repetitivos; Posturas o movimientos forzados y Posiciones mantenidas, las que ya hemos visto en publicaciones anteriores.

Si te interesa realizar una Evaluación Previa para saber si hay gravedad en los factores de riesgo que tienen los puestos de trabajo que ofreces, has clic AQUI y contesta 3 preguntas.

Ley 16.744, "Ley de seguridad laboral".

Establece que, las funciones en salud ocupacional y prevención, tanto de la autoridad sanitaria, como de las instituciones administradoras del seguro de la ley, y del empleador, se busca organizar los sistemas de salud ocupacional con miras a prevenir accidentes y enfermedades relacionadas con el ejercicio del trabajo, siendo imprescindible establecer un leguaje común.

Esta ley establece que, es el empleador quién DEBE realizar la identificación y evaluación de riesgo de TMERT-EESS establecida en este protocolo, que confirmará o no la exposición a factores de riesgo de TMERT-EESS, y desde ahí establecer si ingresar o no al trabajador o trabajadora al sistema de vigilancia propio de la empresa y/o de la institución administradora del seguro de la ley 16.744 a la que se está afiliado, pudiendo solicitar a ésta, la correspondiente asesoría en el procedimiento.

Como complemento de lo anterior, también tenemos 3 artículos legales que pertenecen al Decreto Supremo N° 594, el que dice:

Artículo 110 a.1: El empleador deberá evaluar los factores de riesgo asociados a trastornos Musculoesqueléticos de extremidad superior presentes en las tareas de los puestos de trabajo de su empresa, lo que llevará a cabo conforme a las indicaciones establecidas en la Norma Técnica que dictará el Ministerio de Salud mediante decreto emitido bajo la fórmula “Por orden del Presidente de la República”.

Artículo 110 a.2: Corresponde al empleador eliminar o mitigar los riesgos detectados, para lo cual aplicará un programa de control, el que elaborará utilizando para ello la metodología señalada en la Norma Técnica referida.

Artículo 110 a.3: El empleador deberá informar a sus trabajadores sobre los factores de riesgo a los que están expuestos, las medidas preventivas y los métodos correctos de trabajo pertinentes a la actividad que desarrollan.

CONCLUSIÓN

Recuerda que TODO puesto de trabajo, demanda esfuerzo físico y es el empleador quien debe hacer saber sus riesgos y al mismo tiempo generar situaciones planificadas para prevenir enfermedades o lesiones laborales.

Todo factor de riesgo que tenga una clara gravedad para el desarrollo de un traumatismo musculoesquelético (TME) por causa del desempeño físico demandado, debe ser analizado y adaptado para minimizar el riesgo de lesión a largo plazo.

Por eso es muy importante, crear instancias para capacitar, realizar gimnasia de pausa o pausas activas, que son los métodos más eficaces para combatir y retrasar los dolores, lesiones o enfermedades laborales, evitando así, que se vuelvan invalidantes y al mismo tiempo, generamos que los trabajadores se sientan protegidos, involucrados y parte de la empresa.

Es mejor invertir en prevenir, que gastar en mejorar, ya que esto último tiene indefectiblemente el ausentismo laboral.

  

Saludos.

FUENTES

MINSAL. Chile

Subsecretaría de Salud Pública. Minsal, Chile.

Departamento de Salud Ocupacional. Minsal, Chile.

www.promover.cl

promover@promover.cl

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Nº7. Trastornos Musculoesqueléticos (TME) y la prevención de riesgos

TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS (TME)

 ¿HAS SUFRIDO ALGUNO?

¿QUÉ SON LOS TME?

Los TME (Trastornos musculoesqueléticos) son una lesión física originada por trauma acumulado, que se desarrolla gradualmente sobre un período de tiempo como resultado de repetidos esfuerzos sobre una parte específica del sistema musculoesquelético. También puede desarrollarse por un esfuerzo puntual que sobrepasa la resistencia fisiológica o biomecánica de los tejidos que componen el sistema musculoesquelético, es decir, el esfuerzo sobrepasa la resistencia que naturalmente tiene esa estructura.

Se reconoce que la etiología o causa de los TME es multifactorial, y en general se consideran cuatro grandes grupos de riesgo:

1. Los factores individuales: capacidad funcional del trabajador, hábitos, antecedentes, capacidad física, etc.

2. Los factores ligados a las condiciones de trabajo: fuerza, posturas y repetición.

3. Los factores organizacionales: organización del trabajo, jornadas, horarios, pausas, ritmo y carga de trabajo.

4. Los factores relacionados con las condiciones ambientales de los puestos y sistemas de trabajo: temperatura, vibración, entre otros.

Cuando hablamos de TME, significa que las estructuras músculo tendinosas ya fueron sobrepasadas por el esfuerzo físico, por lo que presentará algunos síntomas característicos dependiendo de la zona afectada, como: calor o temblores en los músculos contraídos, sensación de hormigueo y entumecimiento, puntadas, inflamación, aparición de quistes normalmente en las articulaciones más comprometidas y/o dolor.

Nuestro cuerpo se compone de 4 segmentos principales, Cabeza, Extremidades Superiores (EESS), Columna vertebral (Tronco) y Extremidades inferiores (EEII) y cada uno se compone de partes más pequeñas.

Las Extremidades Superiores (EESS)

Son el segmento corporal que comprende las estructuras anatómicas del hombro, brazo, codo, antebrazo, muñeca, manos y dedos, y cada una de estas tiene sus movimientos característicos, los que además son individuales, de acuerdo a la condición física de cada persona, serán más o menos fuertes, flexibles o resistentes, y a la hora de ejecutar las tareas que demanda la situación laboral, determinará si más tarde o más temprano, se desarrollará algún TME.

Si nos centramos en el área laboral, un trastorno musculoesquelético en extremidades superiores relacionado con el trabajo (TMERTEESS) es una alteración de las unidades músculo-tendinosas; en los nervios periféricos; o del sistema vascular, que conlleva a un diagnóstico médico de patología musculoesquelética y que su origen está relacionado con los factores de riesgos presentes en el puesto de trabajo o actividad realizada por el trabajador o trabajadora.

El tronco (Comprende la columna vertebral)

Es el segmento más importante de nuestro cuerpo; La columna vertebral se encuentra en el centro de nuestro cuerpo, es lo que nos da la posibilidad de tener la postura erguida, y está compuesta por las vértebras que están divididas en 3 zonas: Cervical (cuello), Torácica (pecho) y Lumbar (espalda baja); las vértebras son huesos que se sobreponen uno sobre otro y entre ellos tienen un disco intervertebral, que es una especie de almohada donde se aposa la vértebra superior y da la posibilidad a que la columna tenga movimiento y tienen la tarea principal de proteger la médula espinal, que pasa a través de un agujero que éstas tienen y desde ellas salen los nervios que llevan las señales eléctricas a todo nuestro cuerpo.

La columna tiene curvas naturales, y son las que nos dan la postura correcta, gracias a la musculatura postural que mantiene las vértebras en esa posición, o las mueve en forma coordinada, y los TME vertebrales se producen por contracturas en los músculos de la zona o por compresión de las raíces nerviosas o de algún nervio y también puede tener su origen en alguna hernia de disco intervertebral, los que se dan por fatiga o por movimientos forzados.

Las Extremidades Inferiores (EEII)

Son el segmento corporal que comprende las estructuras anatómicas de la cadera, muslo, rodilla, pierna, tobillo, pie y dedos, que al igual que la EESS cada uno tiene sus movimientos característicos, este segmento corporal tiene la tarea de sostener nuestro propio cuerpo y nos ayuda a desplazarnos; y de acuerdo a los movimientos que hagamos o las posturas que adoptemos, ayudará o perjudicará su estado. Si en el trabajo hay que estar en posiciones estáticas o movimientos forzados por mucho tiempo, los factores de riesgos presentes en el puesto de trabajo generará en el tiempo un traumatismo musculoesquelético.

Debemos tener presente que toda actividad laboral demandará las siguientes cosas: Posiciones mantenidas, Movimientos repetitivos o Movimientos o posturas forzadas; Estos esfuerzos físicos son acumulativos, no se dan en un par de días, ni incluso en unos pocos meses; pueden pasar incluso años en que en manifieste… como decíamos antes, dependerá de cada persona, su condición física, edad y obviamente los resguardos preventivos que esa persona tenga a la hora de ejecutar sus tareas laborales -a mayor prevención, mejor respuesta física a las lesiones laborales- y si te diste cuenta, un trabajo donde se está sentado la mayor parte del día, no se aleja de esta situación, recuerda que las posiciones mantenidas también generan acumulación de estrés.

¿Qué traumatismos musculoesqueléticos son los más comunes?

Columna vertebral

Síndrome cervical por Tensión: Contractura muscular del cuello y hombros.

Síntomas: dolor, inflamación, contractura de los músculos, fatiga muscular y cefaleas ocasionales.

Lumbo-Ciatalgia: Hernia de disco que presiona el nervio ciático.

Síntomas: Dolor intenso y calambre que va desde la zona lumbar hasta la pantorrilla y el pie.

Lumbalgia aguda-crónica: Contractura de músculos bajos de la espalda.

Síntomas: Dolor intenso que a veces se irradia hacia las extremidades inferiores. La compresión de los vasos hace que la contractura se intensifique.

Lumbago agudo: Dolor agudo en la zona baja de la espalda, puede durar hasta 3 meses o más si es crónico.

Síntomas: Dolor en espalda baja, aumento del tono muscular y rigidez. Puede irradiarse a los músculos de la zona dorsal produciendo rigidez e incapacidad de movimiento.

Tortícolis: Contracción muscular prolongada en la región del cuello.

Síntomas: Dolor cervical, movimiento limitado e incapacidad para mover la cabeza.

Extremidad Superior (EESS)

Tendinitis del manguito de los rotadores: Irritación de tendones del hombro e inflamación de la bursa que los recubre. Existen casos de desgarros de estos, cuando uno de los tendones se desprende del hueso a raíz de una sobrecarga o lesión.

Síntomas: Dolor profundo en el hombro; Perturbación de sueño, Dificultad al peinarse o tocarse la espalda y debilidad en el brazo.

Epicondilitis: Lesión por esfuerzo repetitivo en el movimiento de pronación-supinación forzada (palma arriba-palma abajo), donde se inflaman los tendones de músculos de los dedos, la muñeca y antebrazo.

Síntomas: Dolor, inflamación e hipersensibilidad en muñeca y antebrazo. Si se continúan haciendo los movimientos el dolor acaba siendo constante y provoca impotencia funcional.

Síndrome del túnel Carpiano: Compresión del nervio mediano en su paso por la muñeca a nivel del interior del túnel del carpo, debido a tendones inflamados.

Síntomas: Alteraciones motoras y sensitivas que se manifiestan en la mano, incluyen sensaciones de calor, parestesias (hormigueos), anestesia y dolor en la palma de la mano y los dedos. Se sufre pérdida de fuerza en los dedos e imposibilidad de hacer la pinza.

Tenosinovitis De Quervain: Dolor que afecta los tendones de la muñeca por inflamación de los tendones y vaina de protección que rodean la base del pulgar, ejerciendo presión sobre los nervios cercanos.

Síntomas: Dolor, entumecimiento, sensibilidad, hinchazón en la base del pulgar, chasquido al moverlo, chirrido al mover los tendones.

Extremidad Inferior (EEII)

Trocanteritis: Inflamación de la bursa protectora alrededor del trocánter mayor del fémur siendo una de las causas más frecuentes de dolor de cadera.

Síntomas: Dolor crónico e intermitente en la región del trocánter mayor del fémur con la cadera que puede irradiar a la parte lateral del muslo. Debilidad en las piernas y pérdida de fuerza.

Bursitis Prepatelar: Inflamación de la bursa prepatelar (saco lleno de líquido que cubre el frente de la rótula). Producida por tensión repetitiva o prolongada en la bolsa prepatelar, por largos periodos de tiempo arrodillados, o traumatismos en la parte frontal de la rodilla o infecciones.

Síntomas: Dolor e hinchazón en la parte delantera de la rodilla. Si la bolsa está infectada, fiebre y escalofríos.

Varices: Al trabajar sentado o de pie durante toda la jornada laboral supone una contracción muscular que no permite el retorno venoso, oprime los vasos sanguíneos y produce hinchazón por lo que no llega suficiente oxígeno a los músculos.

Síntomas: Dolor, hinchazón, sensación de piernas pesadas y cansancio.

Rotura del tendón de Aquiles: Se produce por la extensión forzada del pie, ya sea por una caída, un mal paso o por la elevación y bajada repetitiva del pie (colocación de cargas en estantes elevados, transporte de cargas por arrastre) es la rotura del tendón que une los músculos de la parte posterior de la pantorrilla con el hueso del pie.

Síntomas: Dolor, hinchazón del tobillo, imposibilidad de doblar el pie hacia dentro y de ponerse de puntillas.

Conclusión

Es por esta razón que debemos hacer ejercicios que nos ayuden a prevenir la acumulación de estrés, tal como lo explicamos en la publicación 3 Tipos de actividades preventivas para cualquier trabajo.

Lo importante, es tener conciencia de nuestro cuerpo y así identificar las articulaciones que más demanda física tienen; reconocer también qué movimiento o posición es la que genera mayor esfuerzo físico; reconocer además los movimientos o posiciones que se adoptan; o cuando ya se está fatigado y se ha comenzado a compensar la falta de fuerza de los músculos principales; así como también, reconocer la evolución o mejor dicho, la involución de las posturas al inicio de la jornada y al final de ella.

Si eres trabajador de cualquier empresa, ten en cuenta cada uno de estos síntomas y molestias, ya que TODOS los rubros empresariales y en el puesto que sea, tienen esfuerzos físicos asociados.

Si eres empresario o un emprendedor con personas a cargo, también debes tener en cuenta cada punto abarcado acá, ya que la carga laboral de los trabajadores, generará tarde o temprano, molestias y dolores articulares, los que debes prevenir y generar espacios de formación y/o actividades que generen conciencia y aprendizaje que ayude en la prevención y no llegar al ausentismo laboral para recuperaciones de estos malestares.

Tarea:

¡¡¡ Intenta notar el cambio postural al inicio del día y al final!!!

y cuéntame...   ¿Qué diferencia notaste?

Saludos y cuídate.

Fuentes
ACHS, Asociación chilena de seguridad.
Minsal, Ministerio de salud, Chile.
Ministerio del trabajo, migraciones y seguridad social, Gobierno de España.

www.promover.cl

promover@promover.cl

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Nº6. Estrés físico, movimientos y posturas forzadas

¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS Y POSTURAS FORZADAS?

Y YO!!!

¿Qué movimiento forzado hago?

Si tienes momentos en tu trabajo, dónde piensas, dices o sientes que realizas movimientos en los que necesitas esforzarte más de lo normal, donde debes tomar un poco de impulso al momento de ejecutarlas, o buscar un punto de apoyo, es porque SI... si tienes un trabajo que demanda movimientos o posiciones forzadas; Si analizamos algunos roles laborales, tendríamos: Al repartidor, que debe manipular un carro de arrastre o yegua, cargar y descargar productos, más si son de gran tamaño; Mecánico de vehículos, al soltar y apretar tuercas, entre otras tareas como, desmontar partes de un vehículo, etc; Jardinería, al podar árboles, arar la tierra y cavar, etc; Envasador de productos según el rubro; Ferianos, Temporeros, Pintor, Albañil, etc… Todos en algún momento de su trabajo ejecutan tareas que demandan un esfuerzo muscular y articular importante. Lo importante es entender si esa actividad se hace muchas veces y por mucho tiempo, o sólo algunas veces, de eso depende la gravedad del factor de riesgo.

De todas las acciones que una persona realiza en su trabajo, como ya hemos visto en anteriores publicaciones, como los factores de riesgos de -POSICIONES MANTENIDAS- y -MOVIMIENTOS REPETITIVOS-, también tenemos las posturas y posiciones forzadas. Que tienen como característica principal, la sobrecarga biomecánica de una o más articulaciones de su posición neutral, o sea, se desempeñan movimientos o posiciones, donde las articulaciones adoptan un ángulo de movimiento (Dinámico) o postura (estático) que es mayor a lo natural, por lo tanto es incómodo y necesita de esfuerzo, y el resultado de eso, es un estrés muscular y articular tremendo. Siempre, al principio de las tareas, no notas el sobreesfuerzo, pero después de un tiempo, comienzan las incomodidades físicas, y es aquí donde nuestro cuerpo avisa que ya no es saludable hacer eso por mucho tiempo, pero, al tener presente esto, podemos prevenir que en el tiempo, esa incomodidad, se vuelva una molestia física; o esa molestia, pase a ser dolor; y de ahí a lesión o enfermedad laboral (TMERT) “Traumatismo músculo-esquelético con relación al trabajo”.

En cuanto a la gravedad de estas lesiones, si el trabajo requiere de movimientos forzados (actividad dinámica), quienes los ejecutan están más expuestos a desarrollar un TME “Traumatismo músculo esquelético”, en comparación a quien ejecuta una Posición forzada (actividad estática), el que está más expuesto a desarrollar fatiga músculo-articular. (ACHS)

FACTORES PROTECTORES

Ergonómicamente, no hay solución física para un trabajo de larga duración que elimine el riesgo de traumatismo musculo esquelético (TME) para las posturas o movimientos forzados, obviamente que, si utilizamos herramientas y teniendo loas cuidados biomecánicos adecuados, el dolor o la fatiga tardarán en llegar, pero al ser esta actividad extrema, es muy complejo evitar un diagnóstico negativo a largo plazo. Aún teniendo las mejores condiciones para trabajar adecuadamente, lo mejor y la mejor solución es tomar descansos y hacer ejercicios de reactivación y flexibilidad, y también planificar las tareas, haciendo rotación en ellas, donde por lo menos un par de personas, se apoyen y coordinen sus tiempos de trabajo, durante cortos periodos de tiempo, para realizar relevos ANTES que la fatiga se presente, ya que esta, es el primer aviso de sobreesfuerzo o sobrecarga. Ten presente siempre que el descanso, es un factor de protección, que da tiempo para que la musculatura y articulaciones liberen estrés acumulado.

Otros factores protectores y preventivos para el desarrollo de lesiones laborales, tenemos la Actividad Física, una Vida Activa y el Deporte, que ayudarán a los músculos y articulaciones, a tener un mejor desarrollo de las capacidades físicas básicas (Fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad y equilibrio), o lo que es lo mismo, se tendrá una “Condición física” con mejor desarrollo, que ayudará a desplazar el estrés, la fatiga o el cansancio para el futuro, pero, ten en cuenta que estas actividades al ser de esfuerzos grandes y forzados, a largo plazo, igualmente terminará gestándose fatiga, dolor y lesiones laborales, aunque de lo anterior dependerá si será antes o después, o más o menos grave. Al igual que los deportistas de Alto Rendimiento, a pesar de hacer deporte, igualmente desarrollan lesiones, y esto es porque fuerzan su cuerpo al máximo; Lo mismo tú, al forzar tus articulaciones y musculatura, siempre está la posibilidad de desarrollar una lesión; La gracia está en desplazarla lo más posible en el tiempo y minimizar al máximo la gravedad.

Como dato importante, nuestro tronco (Pecho, abdomen y espalda) es la parte del cuerpo que le da soporte a nuestras extremidades superiores, esta parte del cuerpo es la que contiene la musculatura postural, y al tener esta musculatura bien desarrollada, ayudará a que el cuerpo esté mejor preparado para adoptar posturas normales e incluso forzadas; Ahora… si nuestra postura no es correcta, todo movimiento o posición, acentuará esa mala postura, generando fatiga y dolores en tiempos más cortos, donde el cuerpo compensará esa mala postura con otros músculos y articulaciones, que también se fatigarán después de un tiempo, y finalmente, la fatiga ya no será localizada en las partes del cuerpo esperadas, sino, que un mayor grupo muscular estará sobrecargado por el esfuerzo.

CONCLUSIÓN

Puntuaremos algunos tips para tener en cuenta a la hora de ejercer las tareas laborales y planificarlas en forma preventiva de generar lesiones, tales como:

1. Buena idea es tener una vida activa, para fortalecer nuestro cuerpo y principalmente nuestra musculatura postural y partes del cuerpo más forzadas laboralmente;

2. Si el rol laboral demanda varias tareas y con pocas posibilidades de relevo de estas, una forma de prevenir, es planificar las tareas del día para ejecutar las más fáciles al inicio, a modo de calentamiento e ir intensificando el esfuerzo de las tareas para después.

3. Alternar las tareas laborales, buscando evitar llegar a la fatiga o dolor al realizarlas en forma continua, en otras palabras, ejecutar tareas que tengan movimientos, posturas y/o pesos distintas, evitando hacer las parecidas de una sola vez. Por ejemplo, evitar descargar todas las cajas grandes primero, lo óptimo sería, descargar un par grandes, luego otras chicas, para alternar los pesos y desplazar así la aparición de la fatiga;

4. Si quien realiza la tarea no tiene con quien hacer relevo, es importante tomar tiempos de descansos activos, así las estructuras articulares puedan liberar estrés físico, ¿Qué quiere decir descanso activo? Que al momento de parar de hacer las tareas se realicen ejercicios de flexibilidad y de reactivación, que ayudarán a que las fibras musculares adopten una longitud cercana a lo normal, que difícilmente se logra sólo con descanso;

Y 5. hacer los -3 TIPOS DE ACTIVIDADES Y EJERCICIOS PREVENTIVOS- que ayudará a nuestro cuerpo o partes del cuerpo a sobrellevar las tareas que tu trabajo demanda, tales como: un Calentamiento, para preparar al cuerpo al esfuerzo posterior; Ejercicios de reactivación, para que los músculos y articulaciones afectadas retomen la energía y fuerza para continuar con la jornada laboral; Y ejercicios de Relajación, como masajes y flexibilidad, los que ayudarán a que el estrés acumulado en los músculos y tendones, se libere o disminuya, tal como lo vimos en el artículo mencionado antes.

Saludos y cuídate.

Fuente

ACHS. Asociación Chilena de Seguridad

www.promover.cl

promover@promover.cl

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Nº5. Movimientos repetitivos y trastornos Musculoesqueléticos

 

¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS REPETITIVOS?

¿Cómo sé que mi trabajo requiere de movimientos repetitivos?

Para dar una continuación al tema anterior, las Posiciones Mantenidas son un riesgo que está presente en cada situación laboral; Y este nuevo tema “Los movimientos repetitivos”, también son un riesgo laboral, y que afecta comúnmente a las extremidades superiores (Desde el hombro hasta los dedos de las manos), pero principalmente a nuestras muñecas y manos. Este riesgo afecta a las áreas laborales, que necesitan hacer movimientos no tan grandes ni fuertes, pero repetidos por un largo periodo de tiempo, es decir, que ese movimiento es ejecutado muchas veces y por varias horas, tal como sucede en algunos lugares de trabajo, ya que es aquí donde se pasa gran cantidad de horas al día, a la semana y al año, por lo tanto nuestra musculatura y tendones acumulan estrés; Nota la diferencia en tu energía al inicio de la semana y el día viernes.

Veamos algunos ejemplos de situaciones laborales que conllevan movimientos repetitivos:

• Secretariado, Diseño gráfico, Contabilidad, Programación, etc, al digitar y dibujar constantemente en una pantalla o teclado, utilizando en forma importante las manos y dedos;

• Otra actividad sería un pintor (al mover las extremidades superiores en una posición alta), temporero (Recoger y guardar el producto), albañil (utilización de herramientas manuales), peluquería (abrir y cerrar tijera, y las manos en alto), Panadero (al amasar), carpintero (en algunas tareas), área de producción (al envasar productos), etc.;

• Es más, incluso en algunos quehaceres del hogar, también hay situaciones que requieren de movimientos repetitivos, como: planchar, tejer, algunas acciones al cocinar, como picar alimentos, o pelarlos, entre otros; Todo depende de la cantidad de tiempo que estemos en esa actividad.

Y al igual, que en todas las áreas laborales, necesitamos tener un lugar de trabajo que esté adaptado a nuestro cuerpo, es decir, que esté ergonómicamente adecuado a la contextura, tamaño, peso, etc., de cada uno. "Si me desempeño frente a un computador, debo mantener 90º en mi articulación del codo y que mis muñecas, no estén en ángulo"; es decir, que las muñecas estén alineadas con el antebrazo.

Este sólo hecho ayudará a que la musculatura y tendones el antebrazo, no tenga tanta fricción articular cada vez que movemos nuestros dedos; Lo principal es que evitemos los sobreesfuerzos, es decir que, antes de realizar trabajos repetitivos, lo primero que hay que hacer es adoptar una postura correcta, alinear las articulaciones, y desde ahí, ejecutar los movimientos, tratando siempre de alternar, lado izquierdo y derecho, evitando llegar a la fatiga, esto generará que el tiempo de recuperación sea menor que si lo hacemos al ya estar fatigados.

El ministerio de salud (Minsal), tiene un protocolo llamado la "evaluación del riesgo en los puestos de trabajo (TMERT-EESS)" la que se lleva a cabo a través de una lista de chequeo inicial, que evalúa los 4 riesgos de trabajo musculoesquelético (movimientos repetitivos, postura/movimiento, fuerza y tiempo de recuperación y descansos); Esta consta de un grupo observaciones relacionadas con el trabajo físico que cada rubro en la empresa tiene, esta evaluación se hace a través de la observación de un tercero, esta persona observa a los trabajadores en su puesto laboral; Y al terminar, categoriza el puesto de trabajo, de acuerdo a los colores del semáforo, verde, donde el esfuerzo físico es tolerable y con poco riesgo de lesiones; Amarillo, tiene riesgo mayor que el anterior, pero no está categorizado como peligroso, pero, se le da la tarea a que se haga adecuaciones para minimizar los riesgos; Y el rojo, que es la categoría grave, conlleva un riesgo inminente a lesiones laborales, por lo que es prioridad que la empresa cambie, capacite y adecue el puesto de trabajo para bajar el riesgo de lesión. De ser clasificado rojo, los trabajadores expuestos serán evaluados cada 3 meses por la mutual para analizar su evolución.

Otro punto a tener en cuenta, es la actividad física que cada persona tiene, si eres de esas personas que tiene una vida activa, hace deporte o va al gimnasio, desplazarán las molestias y dolores en el tiempo, o al contrario, si después de trabajar, eres de los que mantiene una vida sedentaria o con muy poca actividad física, lo que pasará es que los dolores y molestias que provocan los movimientos repetitivos, demorarán menos en hacerse presente, acentuando el riesgo de tener una lesión o enfermedad laboral. Siempre será cosa de tiempo, depende de cada uno que sea antes o después.

Debemos tener presente que si se trabaja utilizando las manos, no es que sólo ellas deban ser más fuertes, sino, que el cuerpo también debe serlo, la musculatura postural (del tronco) es la que le dará un soporte estable a nuestras extremidades, es decir, tendrán un lugar firme de donde fijarse, por lo tanto, no se deberá compensar una mala postura con movimientos incorrectos.

El problema de ejecutar movimientos repetitivos, es que los músculos se fatigarán debido a su constante esfuerzo, y los tendones, que son los que unen el músculo al hueso, sufren mucho roce, con otros tendones y huesos que, además de fatigarse se inflaman y provocan dolor, se pierde fuerza y coordinación; Por eso es importante, alternar, descansar, elongar y relajar la musculatura y partes del cuerpo que realizan mayor esfuerzo físico.

CONCLUSIÓN

Para finalizar, debemos tener presente 4 cosas:

1. Identificar la parte del cuerpo que más esfuerzo necesita en mi puesto de trabajo;
2. Reconocer el movimiento que me produce mayor incomodidad;
3. Conocerme, aprender a darme cuenta el momento en el que ya siento cansancio o fatiga, para realizar micropausas o cambiar de mano, lo óptimo es parar antes que lleguemos a la fatiga; y
4. Tener preparado de antemano, ejercicios de flexibilidad y relajación para ese lugar específico, con el objetivo de descargar el estrés acumulado.

Entonces, la respuesta a la pregunta inicial, es sí, si existe eso en tu empresa, quizás sea de baja intensidad y por esa razón no lo identifiques tan fácil, pero si tienes compañeros de trabajo y tu misma o mismo trabajas realizando un movimiento que dura cerca de los 30 segundos, o también, si repiten el mismo patrón de movimiento, más del 50% del tiempo del ciclo de trabajo, es porque están frente a un tipo de trabajo en el que los movimientos son repetitivos.

Así que debes estar atento o atenta a los síntomas que se vayan presentando:

1. Hay que preocuparse cuando una molestia física pasa a dolor;
2. Cuando la molestia en jornada laboral, pasa a sentirse en la vida cotidiana o familiar;
3. O cuando al estar descansado, igualmente se sienten las molestias, entre otras.

Si se detectan, pueden ser prevenidas o tratadas y por supuesto rehabilitadas, pero si la empresa no toma conciencia, o tu mismo/a al no dar aviso o no atender la molestia, podríamos convertir esa molestia en un dolor crónico o mejor dicho un TMERT (Traumatismo Músculo Esquelético con Relación al Trabajo)

Así que, ya sabes, cuídate, ten una vida activa, y analiza tu puesto de trabajo para poder organizar actividades de preparación a tu musculatura y articulaciones, para retrasar los TMERT.

Saludos.

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